Las empresas farmacéuticas afinan sus estrategias para consolidarse en los países emergentes
De acuerdo con las últimas proyecciones realizadas por IMS Health, el crecimiento del mercado farmacéutico en los países emergentes, entre los que se encuentran los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), junto a otros como México, Rumanía, Sudáfrica, Tailandia, Argentina, Indonesia, Turquía, Egipto, Pakistán Vietnam o Venezuela, se consolidará en los próximos años.
Tanto es así, que se espera que en 2016, estos realicen en torno al 30 por ciento del gasto global en medicamentos. Estos crecimientos vendrán acompañados por réplicas alcistas en otros países africanos y de América Latina, lo que ha hecho que las compañías farmacéuticas se hayan visto obligadas a desarrollar estrategias para posicionarse en estos mercados.
Esta importancia creciente centró el debate entre Ben Konate, director general de Novo Nordisk, para África Central, y Bernardo Girala, director general de Novartis en Costa Rica, el cual estuvo organizado por Eye for Pharma, y moderado por el responsable global de Estrategia y Desarrollo de Negocio de Roche Diagnostics, Fred Schaebsdau, que preguntó por la metodología que han adoptado las compañías para desplegar sus inversiones en estos países.En este sentido, Konate destacó la importancia que guarda el establecimiento de colaboración con actores locales que conozcan bien el terreno.
"Además del conocimiento propio, es muy importante contar con partners locales, gente que nos proporciona información para orientar nuestras inversiones en estos países", explicó.Por su parte, Girala admitió que el ritmo de inversión va en aumento de forma directamente proporcional a la acumulación de conocimiento. "Estamos entendiendo mejor el funcionamiento de estos mercados. Esto es importante en áreas como la oncología, donde necesitas una infraestructura fuerte. Además, en el caso de Novartis, tenemos el reto de mejorar aspectos como la protección industrial, para que podamos seguir invirtiendo a la vez que obtenemos los retornos suficientes", señaló.
Esta mejora del conocimiento pasa por la generación de métricas y datos. Hasta la fecha, existe una fuerte carencia de los mismos. Esto, en opinión de los representantes de ambas compañías, requiere un cambio de perspectiva a la hora de establecerse en estos mercados. "Para generar datos necesitas una visión más a largo plazo, y no esperar resultados inmediatos. Nuestra compañía ha mostrado su compromiso con esta visión con la implementación de centros en varios de esos países, como Brasil, China, Nigeria o Bangladesh… La idea es extendernos, pero hay que estudiar el terreno", aseguró Konate.En cuanto a los hándicaps para expandir los productos farmacéuticos por estas zonas geográficas, los ponentes identificaron la ausencia de una red sólida de infraestructuras para hacerlos llegar a las zonas rurales, lo cual hace que de momento las compañías pongan el foco en las grandes ciudades.
Asimismo, existen graves carencias formativas en los profesionales, así como algunos problemas derivados de la ingente corrupción en algunos países.Pero cada obstáculo tiene una posible solución, las cuales, habitualmente, requieren que las compañías den rienda suelta a su creatividad. En el caso de la dificultad para llegar a las zonas rurales, Novo Nordisk admite la necesidad de realizar esfuerzos adicionales para garantizar el acceso a sus medicamentos.
Algunos países africanos constituyen, en este sentido, casos paradigmáticos. "En Kenia nos vemos obligados a usar canales no tradicionales para garantizar dicho acceso", indicó el representante de la compañía.En lo que respecta al nivel formativo, las compañías reconocen el apoyo que les brindan, en algunos casos, las nuevas tecnologías.
A pesar de ello, Internet todavía implica ciertas complejidades para unos profesionales sanitarios, en el caso de África, poco familiarizados con la gestión de contenidos multimedia. Cosa distinta son los móviles, dispositivos que ha aprovechado Novo Nordisk para acercar a médicos y pacientes.Por último, las compañías se encuentran, en algunas ocasiones, con países con altos índices de corrupción.
En el caso de Novartis, se combate con la promoción de una política de "firme respeto a la ley y los principios éticos" allí donde opera. Novo Nordisk va más allá, y como asegura Konate, en países como Nigeria, donde el problema se ha revelado como especialmente serio, "se evita en todo lo posible el contacto con funcionarios, tratando de ir directamente al interlocutor privado"."Hay que cuidar mucho la forma de hacer negocio, invertir en educación y garantizar la ética en nuestras prácticas. Pese a algunas excepciones, creemos que esto es así en la mayoría de las farmacéuticas.
Vivimos en un mundo más transparente, donde la información fluye, y por eso es clave ser muy estrictos con esto", apostilló.