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Logran explicar cómo una vacuna reduce el riesgo de leucemia en niños

Además de proteger contra las enfermedades para las cuales están diseñadas, algunas vacunas han demostrado ayudar a prevenir otras patologías, con lo cual su utilidad sobrepasa lo que se esperaba de ellas.

Ahora, investigadores de la Universidad de California, en San Francisco, lideraron un trabajo que convocó también a científicos alemanes y británicos. Ellos descubrieron el mecanismo por el cual la vacuna contra la bacteria Haemophilus influenzae tipo b (Hib) -que se administra en cuatro dosis antes de los 15 meses de vida- protege a los niños del riesgo de desarrollar leucemia aguda linfoblástica. Esta es una enfermedad que representa el 25% de todos los cánceres antes de los 15 años, según la Sociedad Nacional del Cáncer de EE.UU.

Esta vacuna previene la otitis, neumonía y la meningitis, y desde que se aplica, ha producido una notable baja en este tipo de leucemia. Esto era algo que se había observado en estudios epidemiológicos previos, pero sin entender de qué manera sucedía. Ahora se sabe que cuando la bacteria Hib produce infecciones en los niños sin vacunar, se activan ciertos genes dentro de las células inmunes, las que pasan de un estado de "preleucemia" en que están en gran número de niños, al de un cáncer a la sangre plenamente desarrollado.

Los resultados de este trabajo se publicaron ayer en la revista Nature Immunology.

"Esta investigación ayuda a explicar por qué la incidencia de leucemia se ha reducido dramáticamente desde que se inició esta vacunación en forma regular en la infancia", dice el doctor Markus Müschen, profesor de la Universidad de California.

Reacción leve

La bacteria Hib y otras infecciones infantiles, explica el médico, pueden causar respuestas inmunes potentes que producen una inflamación prolongada. Esta condición ayuda a producir lesiones genéticas en las células sanguíneas, lo que permite que la leucemia se manifieste.

Lo anterior no sucede en los niños vacunados, que están ampliamente protegidos y su reacción inmune es muy leve. Aunque este mecanismo se estudió en enfermedades causadas por bacterias, los investigadores creen que puede ser igual en infecciones virales. Por esto, ahora estudian si el efecto es compartido por la vacuna triple: para sarampión, rubéola y parotiditis.

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